miércoles, 12 de agosto de 2009
aveces nunca se termina de ir, a mi siempre me quedan restitos por entre las muelas, restitos de personas y momentos. musiquitas en mis oídos y tierra entre las uñas. fotos, canciones. y así ... uno va acumulando y al final se arma d tanto otro y tanto propio. Igual sonrío, me miro al espejo al fin que me veo y soy entera.
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3 comentarios:
que somos uno, fragmentos de muchos otros...
Voy a limpiar la cocina, para que te des una vuelta y tomemos mate.
Beso
cuando lográs mirarte en esas cosas, ya no hace falta llevar a todas partes un espejo que te lo recuerde. es genial cuando lográs captar cómo todo está unido y que vivimos en los restos. que los dejamos inevitablemente, todo el tiempo.
entonces desisto de la idea de guardar cada parte mía en una caja, de poner etiquetas por todo mi cuarto, a todo pedazo de vida y aprendo a realmente llevarlo conmigo con todo el peso y la sonrisa que implica. y hay que aprender a cargarlo también!
el otro día justamente estaba hablando de esto con alguien, me decía que él era tan libre como para elegir esos restos. yo no le creo, pensaba "pobre de él, que todavía no se dio cuenta dónde realmente está la libertad".
besos!
Creo que estoy orgullosa de armarme de restos, así como de pedazos (aunque los restos son odiosos)
La libertad, no puedo dejar de pensarla posible en su plenitud.
osea un prado yo en pelotas y el capitalismo nunca existio
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